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Esperanza Fernández en el Auditorio Natural de Lanuza, Pirineos Sur./ (Álvaro Calvo)

  • Crónica del concierto de Esperanza Fernández y Buika en Pirineos Sur por Paco Valiente, «Firma Invitada»

Cada noche de Pirineos se convierte en una experiencia única, por el entorno montañoso de variable meteorología, el público fiel del festival que puebla las gradas y los artistas consagrados que suben al maravilloso escenario flotante. Esta dedición el Festival Internacional de las Culturas ha puesto el foco de su programación bajo el lema “Femenino Plural” y anoche reunió en el Auditorio Natural a Esperanza Fernández y Concha Buika, versátiles en proyectos que van del flamenco a los sonidos afrocubanos, mujeres comprometidas con el arte con mayúsculas, la expresión sin filtros y la libertad.

Esperanza Fernández fue la primera en subirse al escenario flotante. Se trataba de su primera participación en el festival aunque hacía once años ya estuvo programada, un concierto que tuvo que cancelar por recomendación médica –se encontraba en avanzado estado degestación y le recomendaron reposo– tuvo que suspender su actuación, así lo recordó en el comienzo del gran recital que hizo, una actuación a la que llegó entregada. La cantaora sevillana es una de las grandes voces del arte jondo, disciplinada en una música libre, pasional y arrebatadora como el flamenco, así lo ha demostrado la cantaora trianera a lo largo de su ya extensa trayectoria en la que su cante se ha puesto al servicio de proyectos que van desde el tradicional cuadro flamenco, al formato jazzístico junto a una big band o haciendo el repertorio de Falla “El amor brujo” y “La vida breve”. En Lanuza presentó su último proyecto, “Mi voz en tu palabra” (2013), donde canta los poemas del Premio Nobel José Saramago con la dirección musical y arreglos de Dorantes.

La poesía del escritor portugués es prácticamente desconocida para los lectores de novelas muy conocidas como “El ensayo sobre la ceguera”. Como referente ha tenido Esperanza el gran trabajo que hizo Luis Pastor cantando sus textos en castellano y portugués. De aquel maravilloso trabajo la cantaora ha tomado dos números, “En esta esquina del tiempo” y “Alzo una rosa”, ahora consigue matizarlas palabras del portugués musicadas por cantautor extremeño y que Esperanza lleva magistralmente al terreno flamenco con la sensibilidad exquisita. “La voz más onda para los poemas más suaves” dice Pilar del Río, la mujer y traductora de Saramago, que se siente “feliz por escuchar la poesía como se lee poesía: cerrando los ojos”.

Comenzó el concierto Esperanza recitando y cantando. “Este mundo no sirve, que venga otro”. Una voz encendida para versos inconformistas, deseosos de otra realidad. Terminó de cantar la estremecedora “Alzo una rosa”, poco después del ecuador de su concierto, cuando mientras abordaba los primeros versos de “Dijeron quehabía sol” se desató la tormenta y una cortina de agua llegó hasta el escenario haciendo imposible continuar tras mojar a los músicos. Una incidencia meteorológica a la que el público del festival está acostumbrado y que no impidió que tras el aguacero se retomara el concierto con normalidad hasta elfinal de la noche: unos tangos de La Niña de los Peines y La Repompa, más festeros, para retomar el hilo de una noche dedicada a Saramago. Estuvo acompañada de dos excelentes guitarristas: el maestro Miguel Ángel Cortés y Eduardo Trassierra que hizo un homenaje a Paco de Lucía con unos compases de “Entre dos aguas” y recordando al genio de Algeciras que hace justo un año estuvo en aquel mismo escenario, recuerdo de una noche donde el cante grande de Esperanza Fernández se extendió por todo el valle.

Buika durante su actuación en Lanuza./ (Álvaro Calvo)

Buika durante su actuación en Lanuza./ (Álvaro Calvo)

La segunda parte de la noche del viernes sería para Concha Buika, ya con una temperatura suave, sin viento y con cielo estrellado. La cantante mallorquina de origen guineano se presentó en trío junto al pianista cubano Juan “Melón” Lewis y el percusionista Ramón Porrina. Buika tiene una personalidad arrebatadora, fuerte y seductora. Explota una supuesta timidez en la que se escuda para llegar al corazón de un público entregado, que la aclama y la reafirma.

Reivindica el derecho a una rebeldía necesaria más allá de los cuarenta, el derecho a “ser loca” —a diferencia de “estar loca”, como decisión consciente y aptitud vital—y expresarse “sin filtros”. Comenzó interpretando “Sueño con ella”, la pieza que con la que también da comienzo “La noche más larga” (Warner Music, 2013), el disco donde ha recreado un repertorio con números como “Siboney” de Ernesto Leucona, y composiciones propias. Fuerza, visceralidad y pasión sin límite, vestida de lujo con el piano de Melón uno de los más grandes de la nueva generación de músicos cubamos.

Buika cantó con los ojos cerrados, escudada en sus propios brazos con los que envolvía la cabeza, su piel morena y su larga y preciosa melena negra. Sabe que susparlamentos atrapan al público deseoso de “maestras” —como ella misma sepresentó—. Sus giras mundiales terminan en Miami donde ha establecido su residencia y donde se repone con pasión desmedida por la vida, el amor.

Otra noche memorable en Pirineos Sur con dos voces con alma, negras y arrebatadoras.

 

Nota: Artículo publicado el 19/ 07/ 2014 en la web oficial del Festival Internacional de la Culturas Pirineos Sur

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