Baldo Martínez reúne una escuadra de instrumentistas difícilmente superable, en el Cuarteto Europa se juntan los talentos del propio Martínez (contrabajo) con el francés Domique Pifarély (violín), el suizo Samuel Blaser (trombón) y alicantino residente en Francia/París Ramón López (batería). Y los planteamientos estéticos del conjunto se mueve estética del jazz al freejazz, y que las piezas entregan en este álbum de estudio tienen un base, transfondo y sentido mucho más allá del propio arte sonoro, “tras esta música prevalece una forma de pensar y defender el mundo, donde la idea de Europa es algo más que un ámbito geográfico de convivencia y de libertad para todxs” afirma el líder del conjunto jazzístico, “con sus contradicciones la Europa que conocemos y la que nos cuentan que fue, la que les dejan ver y la que se imaginan, la que se encuentran… La Europa que a todos nos gustaría, difícil de alcanzar, para la que luchamos y la que un día será”. Nueve composiciones que van de la concisión (“Locura otoñal”, de solo 3 minutos 13 segundos) a el desarrollo largo (“Isla de Piedra”, de 10 min. 8 s). La experimentación corre libre al lado de la improvisación, que las notas pautadas entre la rejas del pentagrama vuelan en una estructura fija pero no rígida que permite la lectura y la interpretación creativa del momento. El arte en libertad, el resultado de la sensación del músico traducida a notas, sonidos y piezas, y compartidas con los compañeros de escena y frente al oyente que en este caso y más que nunca a de jugar un papel activo.