Santiago Auserón viajó por primera vez a La Habana a finales de 1984, “cuando llegué por primera vez experimenté una conmoción cultural profunda, de consecuencia durables” explica el músico, doctor en Filosofía y escritor en las primera páginas del opúsculo su “Semilla del Son. De cómo la música popular cubana germinó en suelo español” (La Huella Sonora, 2017), y texto que se termina de publicar ampliado como “Semilla del Son. Crónica de un hechizo” (Libros del Kultrum, 2019) donde da cuenta de aquellas estancias caribeñas y la influencia que ha tenido en su carrera. En la primavera de 1990 Auserón estaba nuevamente de visita en la isla caribeña cuando el musicólogo Danilo Orozco le habló de un paisano como una leyenda que entonces estaba tocando junto con sus Muchachos en hoteles para turistas. Aún tuvieron que pasar cuatro años para que finalmente el entonces líder de Radio Futura conociese en persona a Compay Segundo (1907- 2003), fue en Sevilla durante el primer Encuentro del Son Cubano y el Flamenco. Rememora Auserón que al escuchar las primeras notas de ‘Chan Chan’ en aquella reunión de flamencos y soneros fue “como si se abriese la puerta de otro mucho”. El primer disco al margen de su banda y como Juan Perro fue “Raíces al viento” (1995) y fue registrado en Cuba. Pero no fue hasta noviembre de 1995 cuando se registró en los estudios Cinearte de Madrid, del 13 al 24 de noviembre, la “Antología de Francisco Repilado, Compay Segundo” (Gasa, 1996) en la que Repilado en la voz segunda y la guitarra de siete cuerdas, Julio Fernández en la voz prima y maracas, Benito Suárez en la guitarra rítmica y voz tercera, y Salvador Repilado (hijo de Compay) en el contrabajo. Han pasado más de dos décadas y desde entonces el músico cubano gozó en una nueva juventud, giras europeas y nuevas grabaciones. En esta reedición se incluyen aquellos 17 números, y se añaden cuatro inéditos de aquellas sesiones. No fue un álbum casual, Santiago entregó en mano esta colección de piezas, y el suyo propio a Ry Cooder (mientras hacía en España una grabación para Carlos Núñez). El guitarrista estadounidense que a mitad los 70 ya pasó por la isla planeaba regresar como hizo poco después, aunque tras truncarse los visados de músicos africanos ─entre otro el gran Ali Farka Touré─ para viajar a Cuba, reunió en los míticos estudios Egrem a leyendas ya retiradas para ‘Buena vista Social Club’ (1997) donde el célebre número de Compay Segundo jugó un papel determinante. El resto es una historia que Wim Wenders documentó e inmortalizó en su película en 1999. Una antología imprescindible.