Más que el encuentro de dos músicas, el flamenco y el jazz, es la reunión de dos grandes instrumentistas que han sumado sus lenguajes musicales propios. La confluencia de dos códigos sonoros que tienen mucho en común, que han compartido el sustrato humano del que han salido. El pianista David Peña Dorantes (Lebrija, Sevilla, 1969) procede de una de las dinastías flamencas más importantes, una nueva generación de flamencos que partiendo de la herencia de sus ancestros ha pasado por el conservatorio, se han formado y ha desarrollado el arte jondo como pocos lo han logrado. Por su lado, el contrabajista francés Renaud García-Fons aporta los conocimientos en el campo del jazz y las pautas de la improvisación, aunque sus conocimientos le acercan también a la estética de la música clásica o las tradiciones musicales de otras latitudes. Aquí, dan pasos en dúo, compás a compás, por bulerías, malagueñas, guajiras, soleás, garrotines y livianas, siguirillas, tangos y rondeñas. Y de colofón, una composición libre, como estos dos grandes músicos.