Peret es una de las figuras más importantes de la música española. Pedro Cubill Calaf (1935-2014) comenzó a tocar flamenco hacia 1957, antes su destreza con la guitarra quedaba para el ámbito familiar, y por entonces se topó con dos genios de la música popular como Elvis Presley y Pérez Prado. “El rock and roll pilló el ritmo y la intensidad. Del mambo y la música caribeña las armonías y la cadencia, a ellos sumaba su impronta gitana. Con la percusión, rasgando las cuerdas y, al bajar la mano, golpeaba la madera; cuando necesitaba más apuntes percusivos, no dudaba en buscarle sonidos a la caja, con las uñas, las yemas de los dedos, los nudillos o la mano abierta: una técnica que, años después, sería llamada el ventilador” así lo cuenta Juan Puchades, periodista y biógrafo de “El Rey de la Rumba” en las minuciosas notas que acompañan esta edición discográfica que incluye las primera decena de piezas que grabó en el inicio de su carrera discográfica y que serán a la vez los primeros registros de rumba catalana, en formato de trío, solo voz, guitarra y palmas. “Ave María Lola” es su primera grabación junto a Polla y Paco Aguilera (1962) y que saldría al año siguiente junto con “Recuerda” que es el primer tema que compuso. Le siguen, los cinco que hizo para su segundo álbum tras el viaje a Urugay en 1964, entre los que está el exitoso “La noche del Hawayano”. Y cuatro más, los últimos para EMI, en una segunda toma efectuada ese mismo año entre los que están las versiones de “La mama” (Aznavour) y “La bamba”. El disco de completa ─por primera vez en CD─ con los temas que grabó por entonces junto a la bailaora La Camboria, con la que compaginó su carrera de solista como guitarrista y cantante en el cuadro flamenco, en total una docena de números, tres discos a razón de cuatro piezas en cada uno. Un trabajo esencial que permite conocer los primeros pasos de un género y el nacimiento de un artista único.