Explica Ricardo Valverde que “la luz es energía, claridad, honestidad, orgánica”, guía y creación. Y a partir de ahí ha montado un repertorio de una docena de composiciones en las que cuenta con una escuadra de lujo, el gran Jesús Santandreu en el saxo tenor, Matthew Baker en el contrabajo y Mariano Steimberg en la batería. Un álbum conceptual del que no escapa detalle, así lo explica en el libreto donde define que entiende por la obertura, la transición, la agitación, el oasis o un misterioso lugar que llama ZH9871. Valverde explica que las piezas “fueron escritas mayoritariamente durante los últimos tres años desde que viene de vuelta a Valencia, después de diez años residiendo en el norte de Europa”. Y detalla que “desde el claroscuro conceptual encontrado en Holanda, hasta las memorias de niñez en la ciudad mediterránea de valencia, volviendo a la luz”. Una guía sonora con nombres como “Vega”, “Gaia”, “Ancient”, “Luz”, “Up”, “Inner” y “Fluxus”. Desarrollos musicales donde lo tradicional se conjuga con lo contemporáneo, una zona creativa donde la improvisación se produzca sin límites, texturas, sensaciones y un toque de espiritualidad.