Se trata del tercer álbum de Adédèji, aunque para muchos será la primera vez que tengan ocasión de descubrir a uno de los artista africanos más interesantes de la escena actual, y eso que en estos momentos se cuentan por decenas los proyectos de gran proyectos de gran proyección que están girando a nivel internacional. Comenzó a cantar en el coro de una iglesia en Lagos, con solo 10 años, debutó con el álbum “Ajo”, que obtuvo muy buenas críticas internacionales, “Afreekanism” llegó en 2017. Entre tanto ha compartido escenarios con Toni Allen, Lionel Loueke, Gene Jackson, Ayo Bankole, FraFra Sound y un largo etc. Aquí el músico nigeriano va al origen de todo, y le ha salido como resultado de ese viaje a las raíces un disco intensamente jazz-funk, donde hay afrobeat, ritmos yoruba y que está impregnado de otros sonidos llegados hasta Lagos, la capital del país del Golfo de Guinea. El álbum fue registrado en solo tres días en el legendario Afrodisia/Decca Studio, unos estudios que han conocido a gigantes como Fela Kuti, King Sunny Ade o Ebenezer Obey. Canta en varias lenguas, desde el yoruba al inglés y pidgin inglés. Algo más de una hora, una decena de piezas, en las que reaviva la identidad tradicional de la cultura yoruba utilizando acertijos y refranes, además de hablar sobre la sociedad. Deslumbrante, enérgico y memorablemente magnético.