El título de disco quiere decir ciertamente, en verdad, y no ha sido casual la elección porque refleja fielmente tanto los aprendizajes que acumula en su trayectoria este artista zaragozano como manera de abordar un arte que ha aprendido en su entorno familiar y que ha cultivado en los proyectos en los que ha participado desde que arrancó en 2008 junto al maestro Manuel Tejuela, como integrante de formaciones como Sonacay Caló, La Querencia, Norte Flamenco, Azul y Nácar. Firmo el disco ‘Mi plazuela’. Es uno de los cantaores que escuchamos en La Orquesta Popular de la Magdalena, la formación que toma el nombre del popular barrio de la capital aragonesa y del que se han editado dos volúmenes de Flamenco Diásporo, 1 [1] y 2 [2], en 2014 y 2017 respectivamente. En este trabajo, que afirma ha sido un disco deseado, hay números con influencias aragonesas ─como corresponde─, que ha madurado sin prisa, con cuidado y precisión jonda, composiciones que firma Pakito de la Serrana apoyado por David Jiménez ‘El Maikel’ y aderezados por la dirección de Constantino Pradas; a los que hay que sumar varios invitados que aparecen en los diferentes palos. Se le escucha a Arturo Jiménez con solvencia, aplomo y flamencura por tangos, bulerías, tanguillos, rumbas, polo, granaínas y tonás.