Desde la pequeña población de Lanké, en Burkina Faso, hasta Bruselas, en Bélgica, ese fue el camino que ha tenido que hacer el griot urbano y multi-instrumentista Kaito Winse (voz, tama, flautas peul, arco de voca) hasta encontrarse con el dúo de noise punk de Benjamin Chaval (batería, electrónica) y Arnaud Paquotte (bajo), ambos integrantes del grupo Le Jour du Seigneur. El proyecto del trío se sostiene sobre los proverbios ancestrales y la tecnología. Las tradiciones orales del griot de África Occidental convergen con el post-punk belga de manera explosiva. Antes de este álbum avanzaron un EP, ‘Dabaloumuni’ (Glitterbeat [1], 2022), donde ya planteaban un proyecto sonoro contundente, innovador e intenso, sonidos futuristas que se pueden encajar bajo la etiqueta de post-punk, además de tribal, free jazz, programaciones y electrónica industrial. Ya lo avisaban: “es una aleación completamente nueva y una gran oportunidad para deconstruir tanto el conocimiento tradicional como el futurista. Es el sonido del mundo como realmente es; una explosión sónica ingobernable e inolvidable creada por la intersección de viajeros descarriados”. No era un farol, se ajusta perfectamente a lo que entregan, la fuerza del punk, las raíces ancestrales africanas, y un futuro global que está por llegar y del que con seguridad formarán parte.