El proyecto Thomas Strønen, ‘Bayou [1]’ (2021), abrió un camino propio para Ayumi Tanaka, la pianista japonesa forja su propio trío con el contrabajista Christian Meaas Svendsen y el batería Per Oddvar Johansen. Ayumi percibe al grupo como “más como un conjunto de cámara. Compartimos un flujo de energía, incluso en silencio”. Tanaka desde muy pequeña comenzó a tocar el piano, afirma que con solo tres años ya se sentó frente al instrumento aunque en su familia no ha tradición de músicos si son grandes aficionados, unos melómanos que inscribieron a su pequeña en la Yamaha Music School donde jugó con el teclado a reproducir los diferentes instrumentos. Y parece que lo sigue haciendo, ahora con el piano y sus composiciones donde son los sonidos de la naturaleza los que trata de traducir en notas, ecos y timbres. Se trasladó a Noruega, y allí se ha involucrado en la escena jazz, en proyectos de improvisación como el que dejaron el trío de Strønen. “Quiero improvisar música que suene como si hubiera sido escrita. Así es como trabajo, poniendo estos modos de creación en el mismo nivel” afirma Tanaka sobre su forma de trabajar, crear y registrar su disco. La música de la artista nipona es como un paseo por un bosque silencioso, una mirada a una quietud viva que deja ecos y arroyos sonoros inquietantes de los que brotan delicadas melodías.