“Solo voz, guitarra y emoción” se avisa en el disco de Carmen Doora, para el tercer trabajo de la cantora murciana cuenta con la guitarra de Paco Heredia para entregar una colección de números en los que la música se siente como un ente orgánico vivo que sea a la vez “reivindicativo y vivo” ─licenciada en Filosofía, es activista del arte y la vida social─, con ya indica desde el propio título del trabajo. Hay flamenco, también lanza puentes a otros referentes como La Niña de los Peines, La Perla de Cádiz o Antonio Chacón… con fragmentos donde escuchar declaraciones sabias, de maestros y que ponen en contexto la sucesión de piezas que hacen del álbum una obra conceptual donde hay interpretaciones en árabe, inglés, francés y catalán, además de español. Ya sea por granaínas, vidalitas, Nina Simone, Jacques Brel, Serrat, Carlos Gardel… hace de cada pieza ─diez en total, más los fragmentos incrustados, fundidos y amalgamados─ una obra delicada de orfebrería que no solo es bella, además transmite arte, sensibilidad y pasión.