Esta banda balcánica lleva más de diez años tocando con un notable éxito de público en Bosnia-Herzegovina, el álbum ─sexto en la discografía del grupo─ es el primero con el que tienen proyección internacional ─uno de los tres mejor valorados en el resumen anual de 2022 en World Music Charts Europe [1]─. El quinteto tiene en sus filas a la extraordinaria vocalista Šejla Grgić, en temas donde se actualizan las sevdalinkas tradicionales llevándolas al terreno del pop y el jazz (latin-jazz, en temas como ‘Opa opaְ’). El estilo de la región de los Balcanes, que se considera parte esencial de la cultura bosnia, se remonta al siglo XVI, con un cierto aire de nostalgia que hace que se le emparente con el blues, el fado o incluyo el flamenco; procede de una palabra turca, que significa amor; una atmósfera melancólica para expresar amores no correspondidos. En el repertorio que han grabado hay tanto baladas como temas rítmicos. En conjunto, este trabajo deja patente la solidez del conjunto, que tiene en su voz cantante uno de los grandes atractivos del proyecto.