Elida Almeida ya ha publicado cuatro álbumes, con solo 27 años, y se confirma que es ya una de las voces más importantes de la actual generación de caboverdianas que están conquistado el mundo con sus proyectos. Y lo tiene así de asumido su papel en la escena musical del archipiélago atlántico que lo titula explícitamente en criollo ‘Nueva Generación’. Y las comparaciones parecen inevitables, la figura de Cesaria Evora [1] aparece cada vez que surge una nueva artista ─y no son pocas las mujeres que ha surgido y que se han lanzado desde la misma etiqueta discográfica que la diva de los pies desnudos la veterana Lura [2], y una de las más recientes como Lucibela [3],…─, pero ella tiene su propia idea de cómo hacer música: “Incluso las creaciones de Cesaria son diferentes a las piezas ‘tradicionales’. La música de mi archipiélago de marineros, abierta a todos los vientos, permeable a todas las influencias, a todo mestizaje, se define precisamente por su evolución permanente …” . Con su debut ‘Ora Doci Ora Margos [4]’ (2014) apuntó en la dirección correcta, la tradición con matices de una joven mujer que es permeable a las músicas que escucha; posteriormente con ‘Djunta Kudjer [5]’(2017) y ‘Kebrada [6]’(2017) sumó madurez y nuevas propuesta. Ese camino, que parte de su isla de Santiago, la ha traído a los ritmos tradicionales como funana, tabanca, introducir los matices de la electrónica sin estridencias, el electro-afro con la ayuda de Blinky Bill. Un trabajo que irradia energía, pasión por la música, las emociones y la vida, fuera de comparaciones, Elida suma valor artístico a cada nueva entrega .