“El presentar un nuevo programa teniendo la figura del vasco universal Juan Sebastian ElKano como capitán de un viaje musical a través del mundo y su tiempo no nos es un trabajo tan ajeno” afirma Enrike Solinís, director musical del álbum, en formato de doble compact disc y libro disco en varios idiomas. Y recuerda Solinís que “las pautas están marcadas, el principio es simple, la música es el lenguaje universal por antonomasia que desde antaño ha unido pueblos remotos y los sigue uniendo”. El multiinstrjumentista ha trabajado frecuentemente con Jordi Savall y esta aventura guarda estrecha relación con las decenas de discos que el maestro catalán ha sacado desde su propio sello, Alia Vox [1], donde está precisamente editado este maravilloso volumen. Aquella circunnavegación que inició Fernando de Magallanes y que completó tras su muerte ElKano fue una proeza heroica de primer orden, en barcos muy frágiles ─con los que hoy a penas daríamos una vuelta frente a una bahía─ afrontaron el reto de ir a lo desconocido, soportando todo tipo de accidentes, encuentros y desencuentros. Esa magna aventura, que se ha comparado con el viaje a la Luna en el siglo XX, le han puesto música, han seleccionado una colección de piezas que nos hablan de aquellos días del siglo XVI cuando unos intrépidos cabalgaron sobre los océanos en busca de las preciadas especias, y se vieron en el trance de completar la vuelta al mundo conocido. Nos habla de un tiempo dorado de la navegación vasca, de como llegaron a los confines del mundo y se encontraron con otras culturas. Las músicas que grabaron a lo largo de 2018 estos valientes, ahora músicos en este caso, nos llevan a un tiempo y un lugar que fue un punto de paso entre el sur y el norte, entre el este y el oeste. Y hay que decir, que en número no está tan alejados a los que contó el capitán vasco. Del flujo humano desde el mítico Mediterráneo, sus gentes diversas y homéricas, al norte de una península (al sur de Europa) que sería la puerta hacia el desconocido, enigmático y prometedor oeste que llevaba a una tierras donde conseguir las apreciadas especias o lo que es lo mismo fortuna. Hay músicas y danzas, en un viaje de dimensiones históricas, sones mestizos en los que es difícil diseccionar e identificar cada elemento, más amalgamado que mezclado que lo hace nuevo, diverso y único. El Euskal Barrokensemble y el Donostiako Orfeoi Gaztea Eta Txirikia rememoral tan portentoso viaje, lo hacen con la música, la voz y los instrumentos, de manera estremecedora, bella y sublime.