Para el segundo álbum de su discografía, Irene Sánchez ha elegido la hiedra como emblema de los árboles y las plantas sagradas del mundo celta, con toda su carga mística. Pero hay mucho más, el título tiene varios significados, por un lado en asturleonés “hiedra”, en castellano “hacer una segunda cava en las tierras” y en inglés el nombre de una mujer que significa “poderosa”. Junto a su formación, la compositora, letrista, cantante y violinista, además se ha especializado en Filología Hispánica, en música y lenguas del noroeste de la Península Ibérica. Las doce piezas que han grabado, con la participación del multiinstrumentista Joansa Maravilla en la composición musical e instrumentos, crean ambientes oníricos, mágicos y misteriosos. Los bosques, de árboles como los avellanos, fresnos, robles, sauces,… son catedrales naturales que debemos cuidar como lugares de carácter sagrados, como pulmones de nuestro planeta y espacio de gran belleza. Entre los invitados del disco destaca Kepa Junkera con su trikitisa.