El título del álbum, “Tawassol”, se puede traducir por conexión, y han elegido esta palabra porque sintetiza cómo han sido los últimos cinco años de un proyecto que se ya ha presentado en cuatro continentes, en unos doscientos festivales [1]. Han sido años de viajes, actuaciones en las que se han encontrado con muchas personas e incorporado nuevos músicos en la banda y colaboraciones. También justifican el nombre del disco porque este proyecto pone en conexión a los compositores que están integrados en la banda y que aportan cada uno sus propias experiencias y conocimientos en otras músicas enriqueciendo el resultado final. Vincent Thomas es el líder de la formación [2] además de batería de una banda que ha variado de nombre a cada nueva entrega discográfica, comenzaron como Gabacho Maroc Conexión, luego fueron Gabacho Conéxión y este álbum lo firman como Gabacho Maroc. El primer álbum fue “Bissara [3]” (2014), y ya tuvo una buena acogida entre la crítica especializada y nos llamó poderosamente la atención. Cuentan aquí con dos vocalistas marroquíes, Hamid Moumen (además del guimbri) y Aziz Fayet (darbucas y otras percusiones); el resto de los músicos que dan vida a los temas que entregan son Charlie Rose (saxo alto y voces), Illyes Ferfera (saxo tenor y voces), Frédéric Faure (percusiones, n´goni y voces), Pierre Cherbero (teclados y voces), y Eric Oxadaburu (bajo y voces). Además como invitados, entre los cuatro que aparecen, destaca Pascuala Ilabaca (“Desertum”). El trabajo comienza con los sonidos de ambiente que nos sumerge en la medina o el zoco de cualquier ciudad magrebí, y nos llega en un viaje por los sonidos de la tradición gnawa, el chaabi, las músicas populares norteafricanas, el jazz y otras influencias musicales contemporáneas. Un acercamiento entre culturas y estéticas musicales, intercambio de código tradicionales y contemporáneos, y celebración de la música como espacio inmaterial donde unos y otros nos podamos encontrar en la diversidad.