En su disco de debut el joven pianista Guillem García (Barcelona, 1994) ha grabado composiciones propias que desarrolló desde 2017 a 2021, temas que son el fruto de un proceso compositivo que ha seguido tras un ejercicio de análisis en sus preferencias musicales ─se ha formado en la escena jazzística de su ciudad natal─ y las necesidades estéticas; las ha resgistrado con Enric Fuster al bajo, y Camil Arcarazo en el contrabajo. Y la escucha secuencial del compact disc muestra en el comienzo lo más reciente, “Resina” ─que además es la primera composición que creó, desde que inició su carrera y dedicada a su abuela cuando terminaba de perderla─, una suite de tres movimientos que llevan por nombre “Les Danses dels Monstres”, las danzas de los monstruos en la traducción del catalán, y que el músico barcelonés describe como una alegoría a las ansiedades, las depresiones y otras inquietudes que nos acucian en el día a día, y de ahí el título donde anima sobreponerse y bailar con esos miedos para sobrevivir. Seguidamente, “Ojos Verdes” ─compuesta entre 2017 y 2018─ propone que al escucharla nos dejemos llevar, que la música nos transmita un color diferente ─sinestesia─, jugando con una posible paleta de tonos. Otro, “Nora”, la inspiración la encontró en una pequeña alumna de sólo ocho años. Y de colofón, “Que lloren ellos”, con texto de Pepe Rubianes que dramatiza Anna Casas, y expresa el dolor de la hermana de F. G. Lorca cuando recibe la noticia del asesinato del poeta, para mostrar el dolor de las víctimas y reflexionar sobre el odio. Un trabajo de debut sólido, fraguado con acierto y en un justo equilibrio entre las piezas, y un arte gráfico muy original, obra de Joan Garau.