Es una de las principales vocalistas de jazz de la escena actual. No resulte exagerado cuando se lee alguna crítica en medios de prestigio que remitan a otros talentos del jazz vocal como la ciclónica Cécile McLorin Salvant o el gran Gregory Porter. La primera escucha de la voz de Jazzmeia Horn resulta impactante, apenas superados los 25 cuenta con los recursos, talento y expresividad muy superior a la madurez que se le puede presuponer. La tarjeta de presentación no deja lugar a dudas, ganadora del Concurso Thelonious Monk de 2015, antes venía de proclamarse vencedora en el concurso internacional Sarah Vaughan. Y para este disco que sigue al prestigioso galardón ha elegido una inteligente combinación de standars del jazz, populares números del harp bob, espirituales negros y R&B. La cantante de Dallas, Texas, se ha hecho un lugar propio en Nueva York desde 2009 donde se graduó en el The New Scholl for Jazz. Los transita con soltura, entrega y encanto. Viendo su biografía vemos que primero tomó contacto con grandes músicos, para seguidamente irrumpir en los escenarios de prestigio a nivel mundial. Este álbum reúne entorno a su poderío vocal a Victor Gould al piano, Ben Willliams (bajo), Jerome Jennings en la batería y percusión, Stacy Dillard en el saxo tenor, Josh Evans en la trompeta y Frank Lacy en el trombón. Si quiere elevar las almas de quienes la escuchan, sienten y esperan, vaya que sí lo ha conseguido con este sublime álbum.