La decena de composiciones que Lia Sampai (Barcelona, 1995) incluye para su segundo álbum albergan secretos, confidencias y comparten sensaciones personales. “Les llums dintre les mans són horitzons” ─las luces dentro de las manos son horizontes─ según viene en la inscripción dentro de la carpeta del compact disc. Ya en el disco de debut, “La fada ignorant” (2019), contó con el guitarrista y compositor Adrià Pagès que le acompañó en la grabación y toco en los conciertos en directo, y ahora nuevamente continúa la experiencia en dúo ya sabiendo que entre ambos músicos ─de la misma generación, edad─ hay un completo entendimiento y que de esa forma fluye todo mucho mejor, el entendimiento se da y se transmite. Desde la sencillez, tienen el mismo mundo personal y social, espacios íntimos y de fragilidad, que los hace tan expresivos y a la vez tan vulnerables en un entorno muchas veces sordo a la sensibilidad más exquisita. Voz y guitarra, sí pero además de siete invitados puntuales con la idea de matizar desde la misma sencillez, aportando timbres mínimos que son el toque definitivo a la voces, violines, violonchelos, sintetizadores o el piano.