Cuando parece que ya todo está inventado, ensayado y clonado… llegan Los Hermanos Cubero con una propuesta novedosa, un encuentro insólito (no esperado), acertado. Desde la honestidad, el criterio y el respeto, valga el dato que fueron galardonados con el premio Agapito Marazuela de Nueva Creación de Folclore en 2010. Emocionante hasta niveles inaccesibles. El cuarto en la trayectoria a la que ha que sumar algún EP. La música castellana en su diversos palos y el bluegrass y el country, o tal vez sea a la inversa. Con frecuencia descubrimos que allá lejos había una músicas populares que nos entusiasmaban, y desconocemos y minusvaloramos las más próximas y con las que hemos crecido por activa o por pasiva. La inesperada, prematura y fulminante desaparición de Olga, compañera de Enrique Ruiz Cubero el detonante de los temas que incluyen, todos firmados por él mismo, e interpretados junto a su hermano Roberto, más violín, violín barítono y viola de Jaime Blanco y Oriol Aguilar y contrabajo. “Hoy en el colegio dibujaron la tristeza… y nuestra hija te ha pintado a ti” cuenta en una de las piezas, al hizo del dibujo que Abril Ruiz ─hija de ambos─ realizó en el colegio. Un trabajo íntimo que finalmente lo comparte con todos, en un acto de generosidad emocional y desnudez que sobrecoge. “Hoy suspiro por tu partida, y cada suspiro es un beso”. Inmensamente conmovedor.