En formato de trío el contrabajista catalán Manel Fortià llega a este álbum con una hoja de servicios donde figura haber participado en medio centenera de grabaciones ─entre los más recientes ‘Arrels [1]’ (Segell Microscopi, 2021) junto al saxofonista y cantaor gaditano Antononio Lizana─ tanto como colíder o formando parte de una formación. Fortià ha registrado composiciones propias para la que cuenta con el pianista menorquín Marco Mezquida y el baterista francés Raphaël Pannier. Nueve temas en los que hay referencias a sus raíce mediterráneas junto a las estéticas sonoras de Nueva York, la cosmopolita ciudad estadounidense donde el músico ha vivido entre 2016 y 2020. Entres sus referencias está un gran contrabajista americano como Charlie Haden, además del pianista Keith Jarrett, junto a Maurice Rabel y Paco de Lucía. Se le describe como melódico y de mente abierta, su instrumenta con profundidad y juega con sus compañeros en un diálogo que fluye sin imposiciones. Tal y como afirma Arturo O´Farrill en la notas del lanzamiento, no hay que dejar de seguir a este que con una gran experiencia acumulada aún es muy joven y podrá dar en los próximos años trabajos de altísimo nivel.