Olga Cerpa regresa a Lisboa, la conexión oceánica y sentimental atlántica la ha llevado desde sus Islas Canarias natales hasta las calles de la vieja Lisboa, una ciudad que afirma está encantada. La amabilidad de sus gentes y el ruido de los tranvías amarillos que suben y bajan lomas hacen de la capital lusa un lugar único, tanto que ha sido nada más y nada menos que la cuna del fado, y por si fuera poco, patria del mismo Fernando Pessoa. Solo así se explica la melancolía que se respira en el ambiente de sus callejuelas, su saudade. En este trabajo han reunido una decena de canciones que “que provienen de otros lugares, pero nos parecía –afirma– que ansiaban quedarse entre los músicos y los colores de las casitas del Bairro Alto, enamoradas con volver a Lisboa”. Y qué mejor que cantar estos maravillosos, embriagadores y emotivos números que hacerlo junto a grandes fadistas como Ricardo Ribeiro “Fuego escondido”) que eleva su sedosa y poderosa voz, y Helder Moutinho (“Coplas del olvido”). La vocalista canaria edita trabajos junto a Mestisay desde 1988 y está considerada como la voz femenina más relevante de la música popular del archipiélago de las dos últimas décadas. Olga Cerpa han conseguido rubricar un trabajo extraordinario: melancólico, delicado y elegante, sencillamente delicioso.