Con una guitarra sarda preparada y voces tamizadas por la electrónica Paolo Angeli ha registrado una nueva colección de piezas en las que ha traducido a música la luz del Mediterráneo, sonidos que remiten a rayos brillantes, luminosos y sorprendentes de un mar mitológico, cuna de una civilización y multicultural. Angeli ha desarrollado su instrumento dándole una personalidad propia única, experimentando, digamos que ha construido una nave sonora a su medida para navegar las ondas de sonido a la vez que surca las aguas mitológicas sobre las que flota su isla natal. “Rade son llegadas y salidas en calas resguardadas, rostros marcados por la sal marina y secados por el sol. Es esperar, calafatear cuando sea necesario, pequeñas reparaciones en cubierta, encuentros rápidos, radios de transistores. Y luego, cartas náuticas mal dobladas, manchadas de café, rutas imaginarias en un mar Mediterráneo navegando de cala en cala, encontrando protección contra las tormentas en puertos, bahías y ensenadas…”. El mediterráneo onírico, una amalgama de códigos musicales de una y otra orilla, de lo tradicional a lo contemporáneo y la innovación. En Cagliari ha sido el lugar donde las grabado las diez piezas, de un total de casi una hora que hay en el decimocuarto álbum que entrega, a solo un año de su anterior trabajo, ‘Jar´a’ (2021) donde ya sentó las bases que ahora sigue desarrollando. Mar en calma, que no quieto, sereno aunque no impasible, creativo siempre. La búsqueda sigue.