Robert Glasper (Houston, Texas, 1978) está considerado por la crítica como una de las figuras más importantes del jazz actual. Pero ¿con este álbum da un giro en su carrera? Quienes acudan al trabajo del pianista, productor y cantante pensando que van a escuchar un disco de jazz… se van a llegar una sorpresa… Aquí vamos a saber en qué punto artístico está el estadounidense, aunque la extrañeza llega cuando descubrimos que apenas en las pistas que entrega no están los instrumentistas que pueblan el universo jazzístico del momento, pero si se destacan gran número artistas del ámbito del hip hip donde posiblemente haya que incluir esta obra; salvo la excepcional parición de Herbie Hancock (‘Trade in Bars Yo’) no quedan trazas de lo que clásicamente llamamos música de jazz. Si recordamos su trabajo anterior, ‘Everything´s Beautiful [1]’ (2017), puede que ya encontremos alguna pista del camino que ha tomado Glasper. Miles Davis fue capaz cambiar varias veces la historia del jazz a lo largo de su carrera, su genialidad le permitió ser un portentoso creador, firmar el disco más popular de todos los tiempos como el intemporal ‘Kind of blue’ (1959); exploró varios caminos en una constante búsqueda; del cool al harb bop, Modal jazz al post-bop, la fusión con el rock y la vanguardia, y tanteó la electrónica…; Davis es la historia de género en la segunda mitad del siglo XX. Cuando ya hemos completado los primero veinte años del nuevo siglo, el jazz en una de sus posibles mutaciones podría llegar a experimentar con otras texturas contemporáneas de las tribus urbanas, unas veces de manera somera y otras con cargas de profundidad. Tan decido parece que, ha decidido, por la foto del libreto, a tatuarse el título. No es el momento de juzgar si la senda es la correcta a sus cuarenta años, de eso ya se encargarán los críticos dentro de diez, veinte o treinta años.