Para construir el título del álbum Roberto Fonseca (La Habana, 1975) ha fundido el nombre de la diosa del mar Yemayá y el dios del río Oshun, y de ahí el resultado de ‘Yesun’ [1], una nueva palabra que es síntesis de lo que quiere expresar la importancia vital del agua, así como de la música. Fonseca ya dado muestras de su capacidad investigadora, creadora e interpretativa con sus discos anteriores ─suma una decena del álbumes, entre otros destacan los más reciente ‘Akokan’ (2007) [2] y ‘Yo’ (2012) [3]─, en esta caso sus composiciones van del jazz al funk, la música rap, electrónica y reggae.
El pianista cubano es uno de los más talentosos de su generación, pero además su forma de entender el arte le hace rehuir del virtuosismo como espectáculo ─aunque tiene una gran formación académica y domina el instrumento─ así la música es también una herramienta efectiva para los encuentros.
Desde los años noventa no ha dejado de crecer como artista, tomó el relevo a Rubén González en Buena Vista Social Club y realizó más de 400 conciertos en los escenarios más prestigiosos, junto a Ibrahim Ferrer, Omara Portuondo, Orlando ‘Cachaíto’ López y Manuel Gabán. Además, ha grabado y girado junto a la artista malí Fatoumata Diawara.
Aquí, en formato de trío han grabado los trece temas del disco, con Raúl Herrera a la batería y Yandy Martínez Rodríguez; las tomas se realizaron con todos los músicos en el estudio ─así entiende que se han de hacer─, lo que da a las piezas que suenan una gran fuerza, una suma de intensidades y sonoridades portentosa.
Es una artista que defiende lo que hace ajeno a las tendencias del mercado ─y al juicio instantáneo de las redes sociales─, y participa en el álbum Ibrahim Maalouf ─ el genial trompetista libanés─ que es otro de los músicos irreductibles de la escena que están desarrollando una carrera sólida, coherente y creativa al margen de corriente comerciales. También aparecen la cantante y rapera cubana Danay Suarez y el saxofonista estadounidense Joe Lovano.
Fonseca es la vanguardia de la música caribeña, del jazz afro-latino y un genial investigador de la música como un lenguaje abierto, universal y comprometido con el arte.