De forma general, en la propuesta de Tati Cervià hay música sefardí, tradicional y antigua, fusionada con el jazz. El interés por el legado judío en Girona, su ciudad natal, le ha llevado a adentrarse en la raíces de esa cultura tanto desde un punto de vista lingüístico como histórico y musical. Para documentarse ha trabajado en el Museo de la Historia de los Judíos de Girona, donde ha elegido piezas que abarcan varios estilos y géneros de la tradición sefardí. Y cuando las ha interpretado ha explorado nuevas sonoridades, en este caso concreto acompañada de un trío de jazz: Dani Comas (guitarra), Toni Pujo (contrabajo y bajo eléctrico) y Marc Clos (batería, vibráfono y percusiones). Así lo hizo en el proyecto “Kantikas de la kukuvaya” (2011) que firmaba junto a Sepharazz Mishpaha donde cantó canciones muy populares del cancionero sefardí. “Solombra” (2013) dio continuidad a la lectura jazzística de este repertorio que ha ha conservado de forma oral por generaciones. Entre las diez piezas que ha grabado está la popular “La dama d´Aragó”, canción tradicional catalana, junto a “Muntanyes del Canigó”. Pero también las hay del cancionero asturiano, “Maria si vas al monte”, menorquinas “Jo me´n vaig, arena, arena”, vasca “Nere maitia jeiki ta jeiki”. Del repetorio sefardí está “Morenica” y “Puncha, puncha”. A destacar la hermosa voz de Tati, su forma de interpretar y entrega ya sea una u otra tradición, pero también de los músicos que la secundan redondeando un trabajo singular por el enfoque musical y notable por el resultado final.