Madagascar tiene una gran riqueza étnica, cultural y musical (tsapiky, entre los muchos ritmos posibles), donde hay instrumentos tan representativos como la valiha (una cítara de tubo de bambú considerada como el instrumento nacional), el kabosy que es un tipo de guitarra de madera con forma cuadrada, o el marovany, (también una de cuerdas pero en este caso con forma de maleta). De los grupos tradicionales malgaches se conocen bien los proyectos de Rossy, Justin Vali, Tarika, Rajery, Régis Gizavo (acordeonista, falleció en 2017) y Kilema [1] (establecido en España), muchos de ellos vinculados desde los años noventa de una u otra forma a la etiqueta Real World [2] y la world music, y los festivales Womad [3] en cualquiera de sus sedes repartidas por el planeta, lo que supuso una importante la difusión de la música de la enorme isla africana ─la mayor del continente, y la cuarta del planeta, donde permanecen baobab centenarios─. También por los noventa despuntó Njava, grupo que tuvo una gran proyección ─tal vez su mejor disco pueda ser ‘Vetse’ (1999) que grabaron para Hemisphe/EMI─, era un quinteto, todos hermanos donde estaba Monika Njava (voz y percusión), y su hermana Lala ─de una familia muy numerosa, cinco chicas y otros tantos chicos, todos músicos─ y que ahora volvemos a encontramos formando parte de Toko Telo con D´Gary (guitarra y voz) y Joël Rabesolo (guitarra y voz). Tres magníficos músicos, toda una cumbre de estrellas del país africano y un talentoso joven músico─, que confluyen en un mismo proyecto haciendo piezas de E. Randianansolo (D´Gary), y una de Gizavo (fue miembro fundador del trío allá por 2007). Delicada sofisticación, dulzura armónica y elegancia musical, sonido netamente africano con aires propios.