Trobador (trobaïritz, en femenino) era la palabra en occitano para nombrar a los músicos y poetas medievales entre los siglos XII y XIV. Los trovadores componían e interpretaban piezas en su mayor parte de temática amorosa en las cortes del sur de Europa, mientras que el término juglar se reservó para aquellos que se limitaban a interpretar aquellas piezas donde se evocaba la belleza de las amadas cortesanas. Etimológicamente la palabra trovador viene a significar “inventar o crear literariamente” y es justo el planteamiento creativo que define al trío formado por Delphine Aguilera (voz y guimbarda), Marc Bellity (guitarra y mandola) y Autexier (percusiones). El grupo está dedicado a la interpretación de composiciones medievales de los trovadores pero también canciones sefardíes, marroquíes y otras composiciones escritas tanto en español como en occitano. Y para definir su segundo álbum apuntan tres palabras: “color” que hace referencia a la coloración como técnica de ornamentación musical como técnica para de trasformación de las melodías y que ha servido para la mayor parte de los temas que han grabado; “rosa”, que puede hacer referencia a la rosa mística de los caballeros medievales; y una tercera que no se nombra que evoca la paleta de colores, se sentimientos y sabores, haciendo una referencia culinaria, donde cada uno añadirá el aroma que le parezca más adecuado a cada tema del disco. Han grabado catorce piezas entre las que hay dos del trovador del siglo XII Guilhem de Castanh, autores contemporáneos, piezas instrumentales, canciones mozárabes, del célebre manuscrito de La Clayette/Monpellier,… Entre los invitados Keyvan Chemirani (udu y voz) y Magali Rubio (clarinete).