Emilio Cao falleció el pasado domingo, 25 de mayo, en un hospital de su ciudad natal. El compositor y músico de Santiago de Compostela (1953) ha sido el gran renovador del folk gallego en los setenta, recuperó el arpa celta para la música gallega, abrió nuevos caminos por los que luego continuarían otras formaciones y estableció conexiones internacionales como Alan Stivell (Riom, Francia, 1944) el arpista bretón quien sería el encargado de presentarle ‘Ponte do Araño’ (Novola, 1977), su trabajo de debut.
‘Fonte do Araño’ (1977), portada obra del diseñador Xosé DíazInició su trayectoria musical en el comienzo de los años setenta, con solo veinticuatro años se convierte en un referente de la música gallega. El primer disco de Emilio Cao supuso una revolución de la escena folk ya que en la decena de piezas que grabó concurrían la música tradicional, el pop-rock y la improvisación. Posteriormente publicó otros discos, como ‘A Lenda da Pedra’ (1979), ‘No manto de auga’ (1981), ‘Amiga Alba e Delgada’ (1986), ‘Cartas Mariñas’ (1992) y ‘Sinbab en Galicia’ (1996).
El pasado año en el Pazo da Cultura de Pontevedra, Emilio Cao recogió el galardón de honor en los Premios Martín Códax de la Música 2024, reconocimientos organizados por la asociación Músicos ao Vivo.
El arte del álbum ‘Fonte do Araño’ (1977) del diseñador Xosé Díaz fue un trabajo gráfico que seguía la corriente celta que había comenzado Emilio Cao como pionero en recuperación del arpa en la música tradicional gallega siendo instrumentista de los primeros Voces Ceibes, el colectivo musical que desarrolló su actividad entre 1968 y 1974, integrado por un grupo de cantantes dedicados a la canción social y de protesta en lengua gallega. El debut discográfico del músico compostelano es un trabajo fundamental para entender la evolución de la música en Galicia.