Viven en la misma ciudad mediterránea, sus lugares de origen tienen el mismo mar y albergan un amor por la música que parece no conocer límites. Estos son los vínculos geográficos, artísticos y pasionales de NES, o lo que es lo mismo el trío de la cantante y chelista Nesrine Belmont (Francia-Argelia), el violonchelista Matthiew Saglio (Francia) y el percusionista David Gadea (España). Con la idea de explorar sus raíces y dar rienda suelta a sus experiencias musicales (llegan desde diferentes proyectos, Belmont de formación clásica forma parte de la Orquesta del Palau de les Arts, Saglio de formado en el conservatorio actúa en solitario, co-fundador de Jerez Texas y otros proyectos de fusión como Diouke, y Gadea forjado junto a mil proyectos flamenco, jazz y brasileños). Después de asentar los temas en directo en varios países, han grabado este primer disco (precedido de un EP) con un repertorio de canciones en francés, inglés y árabe, de la chanson francesa al jazz. Sus piezas difícilmente encajan en una sola etiqueta, el crisol musical donde producen las composiciones admite estilos, estructuras y matices muy diversos que han asimilado en sus respectivas procedencias, el resultado son una decena de piezas exquisitamente interpretadas, una secuencia que comienza con un sueño (es lo que en árabe significa el título del álbum de debut) y termina con una plegaria, una llamada a la búsqueda de un mundo mejor, con menos sufrimiento, horror y violencia, y más belleza, fraternidad y libertad.
NES
Ahlam
(ACT, 2018)
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