La centenaria cantante zanzibareña de taarab Bi Kidude se apagó ayer, 17 de abril, pero hasta hace poco ha estado viajando y actuando. Ha sido una mujer valerosa y a lo largo de su vida supo romper moldes e innovar de manera controvertida. Cuando comenzó a cantar las mujeres cantaban bajo el velo, ella decidió cantar con el velo quitado. Tuvo dos maridos a los que dejó, además fumaba y bebía.
Su labor ha sido fundamental para preservar el patrimonio cultural, el idioma swahili y supo reinventar los ritmos locales. Su labor tuvo un reconocimiento de forma tardía a partir de la década de los noventa. En 1999 fue galardonada por sus trabajos a favor del arte en el Festival de Cine de Zanzíbar. Pero también obtuvo el premio de honor de Womex en 2005.
No se conoce con certeza la fecha de nacimiento de Fatuma Binti Baraka, conocida como Kidude, pero se piensa que fue hacia 1910, comenzó a cantar en la década de los años veinte y a lo largo de su carrera ha cultivado los dos principales estilos de Zamzibar. Ha cantado acompañada de una orquesta de taarab -una fusión árabe/swahili introducida en Zanzíbar hacia el año 1900 que combina violines, flautas e instrumentos árabes como el kanun y el oud, con tambores africanos – como es la Culture Musical Club, con la que ha sido conocida en todo el mundo.
Su voz ha quedado registrada en discos propios como “Zanzibara, Vol. 4: Diva of Zanzibari Music” (Buda Records, 2006) y “Waridi: Parfums de Zanbibar” (Virgin, 2004) de la formación Culture Musical Club, todas grabaciones efectuadas en fechas recientes y que pese a su avanzada edad mantienen toda la fuerza de su voz. Tanzania ha perdido uno de sus tesoros humanos más preciados.
